Los distintos miembros de la Mesa Ciudadana ‘Tabaco o Salud’, conformado por sociedades científicas, investigadores, académicos, autoridades políticas y sociedad civil manifestaron en el desarrollo de un interesante Seminario Nuevos Productos, ¿Un problema o una solución para el control del Tabaco?, que el desarrollo de los nuevos dispositivos y elementos para administración de nicotina o tabaco supone un desafío para los países por las lagunas reglamentarias o falsos enfoques de reducción del riesgo, aprovechadas por la industria para su comercialización y publicidad.
Los productos de tabaco calentados (PTC) producen aerosoles que liberan nicotina, una droga altamente adictiva, y otras sustancias químicas. Además, contienen otros aditivos y suelen estar aromatizados. Actualmente no se cuenta con evidencia científica independiente sobre la seguridad de estos productos.
Estos productos pueden administrar nicotina (Sistema Electrónico de Administración de Nicotina) o no (Sistemas Similares Sin Nicotina), con diferentes niveles de sustancias tóxicas y, en ocasiones, alcanzar valores superiores a los del humo de tabaco. La publicidad de los nuevos productos induce al consumo y confunde a niños, niñas y adolescentes normalizando el consumo de tabaco en edades tempranas.
Los últimos estudios realizados en Chile muestran que la prevalencia de consumo de cigarrillo electrónico es 1,5% en adultos y hasta 12% en adolescentes de 13-15 años, evidenciando que es una problemática que afecta principalmente a niños y adolescentes, lo que nos obliga a actuar con urgencia.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco, suscrito por Chile, impone a los países el compromiso a regular estos productos, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos llama a tomar medidas concretas para proteger a la población. Las regulaciones dependen del contexto de cada país e incluyen la prohibición de venta y distribución, como también la regulación y la decisión de considerar a los PTC como productos de tabaco.
Ante la magnitud del problema, los miembros de la Mesa Ciudadana plantearon la necesidad de instar a las autoridades que toman decisiones de políticas públicas en el Gobierno y en el Parlamento, a proteger a la población, y en especial a niños, niñas y adolescentes, respecto de estos y otros nuevos productos, fortaleciendo y mejorando las regulaciones actualmente existentes