El 80% de los fumadores de los sectores de bajos ingresos quiere dejar de fumar, pero no existe en el sistema público de salud un programa de tratamiento de cesación que los acompañe en el proceso. Así lo mencionó la Dra. Lidia Amarales, ex Subsecretaria de Salud Pública y actual Directora de RespiraLibre durante una entrevista en vivo para EmolTV. http://bit.ly/2lMROm9
“Hemos avanzado positivamente con políticas públicas que realmente están funcionando en bajar los índices de prevalencia del consumo. Si en el 2009-1010 el 40.6% de los chilenos y chilenas fumaban, actualmente la cifra bajó a 30%. Esto es muy significativo y de alto impacto para la salud de las personas”, destacó.
La Dra. Amarales explicó que el consumo de tabaco está produciendo mayor daño en el sector socieconómico bajo al registrar una media de 14.7 cigarros diarios, mientras que el nivel socioeconómico alto fuma en promedio 9 cigarrillos al día. Además la dependencia también es significativamente mayor: 62% vs 33%. No obstante, un punto positivo para el sector de bajos ingresos es que el 80% de fumadores quiere dejar hacerlo mientras que la población en general, el 66%.
A pesar de los avances, precisó que “aún no hemos abordado uno de nuestros compromisos como país y sobre todo con los fumadores: brindar un tratamiento de cesación, en especial a los sectores con menores ingresos. Es necesario entregar una oferta pública de cesación, ya que no contamos con un programa integral que les ayude a dejar de fumar, sobre todo a los niveles socioeconómicos más bajos. El tabaquismo claramente aumenta aún más las inequidades existentes; la carga de enfermedad por patologías agudas y crónicas en los fumadores y su grupo familiar; ausentismo laboral; gasto de bolsillo por compra de cigarros (> $820.000 anuales), etc”, reiteró tras finalizar la entrevista.
Por ese motivo, RespiraLibre con otras organizaciones profesionales y de la sociedad civil están enfocados en aprobar la Tercera Ley Anti Tabaco que se encuentra durmiendo en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y enfrentar los desafíos salubristas de la década, para dar cumplimiento en su totalidad a lo que el Convenio Marco mandata y que Chile y su Parlamento suscribió y ratificó en el 2015.